Estudio del patrón racial del Alano español

 

 

Introducción:

 

El primer patrón racial se redactó en el año 1997, siendo revisado en el año 2000 utilizando como base un estudio biométrico realizado sobre un pequeño número de ejemplares. Sin embargo, debido al reducido tamaño de la muestra utilizada, hemos creído necesario ampliar el número de perros objeto del estudio para contrastar los resultados con los obtenidos en el primer estudio biométrico, y a su vez, poder cuantificar el grado de variabilidad de nuestra raza y si el estándar representa o no la realidad de la misma.

Para la realización de dicho  estudio hemos utilizado el método propuesto por D. Mariano Herrera en el “Proyecto de actualización de los estándares de las razas caninas Españolas” (2). Por razones de espacio nos limitaremos a los estudios estadísticos descriptivos y a las relaciones más significativas.

 

Metodología:

 

La muestra ha sido obtenida aleatoriamente en las concentraciones realizadas por A.N.C.A.E. así como en algunos criaderos, sobre un total de 58 ejemplares (32 machos y 26 hembras) todos inscritos en A.N.C.A.E. y de más de un año de edad.

Se midieron 15 variables zoométricas de carácter cuantitativo (tabla 1). Para la obtención de estas variables hemos utilizado: bastón zoométrico, calibre (al no disponer de un compás de espesores) y cinta métrica no extensible.

El estudio se ha realizado en machos y hembras por separado. Los valores estadísticos descriptivos obtenidos son: Media, desviación típica y coeficiente de variación, si una determinada variable presenta un coeficiente de variación menor del 4%  podría decirse que la población estudiada es muy homogénea para dicha variable, entre el 5% y el 9% de uniformidad media y escasamente homogénea si supera el 10% (2).  

HEMBRAS:

Estudio cuantitativo:

En la tabla 1 podemos observar que las hembras presentan una aceptable homogeneidad para la mayoría de las variables estudiadas.   No obstante, la longitud de la cara presenta una variabilidad acusada, al igual que la anchura y longitud de la grupa, aunque los datos relativos a estas dos variables son menos fiables, ya que solo se tuvieron en cuenta en la mitad de los ejemplares estudiados.

 

TABLA1: Estadísticos principales de las diferentes variables obtenidas en 26 hembras de Alano Español.

VARIABLE

MEDIA

DESVIACIÓN

TÍPICA

COEFICIENTE DE

VARIACIÓN

Alzada a la cruz

55.22

2.78

5.03

Alzada grupa

 

54.52

 

2.59

4.75

Diámetro longitudinal longitudinal

61.1

2.59

4.24

Diámetro dorso-esternal

24.95

1.46

5.85

Diámetro bicostal

17.98

1.16

6.45

Longitud cabeza

20.85

1.05

5.03

Longitud cráneo

13.3

0.51

3.83

Longitud cara

7.6

0.8

10.52

Anchura cabeza

12.79

0.52

4.06

Anchura hombros

15.06

1.21

8.03

Anchura grupa

11.32

1.86

16.43

Longitud grupa

16.53

1.9

11.49

Perímetro torácico

70.59

3.74

5.29

Perímetro caña anterior

12.21

0.51

4.17

Perímetro caña posterior

11.32

0.52

4.59

 

Según el estándar la línea dorsal debe ser recta o ligeramente ascendente; Como podemos observar en la tabla 1, la alzada a la grupa es ligeramente inferior a la alzada a la cruz (0,7) cm. por lo que se podría interpretar que la línea dorsal es descendente, pero no es el caso. Según el estándar la cruz debe ser “definida, de inserción media, en línea descendente hacia el dorso”. Esto hace que a pesar de tener la cruz ligeramente más alta que la grupa, visualmente se puede apreciar que la línea dorsal es recta (Fig. 1).

Por los resultados expresados en la tabla 1, podemos comprobar que las hembras tienen una media de 55,22 cm. de alzada a la cruz, este valor representa el mínimo exigido por el estándar de 55 a 60 cm., aceptándose una diferencia de más menos 2 cm.

En la tabla 2, podemos observar que según la distribución de frecuencias el 69,22% de las hembras se encuentran entre los valores propuestos en el estándar el 7,69% podrían ser aceptadas al estar comprendidas en el límite de tolerancia hacia abajo, pero el 23,07% no alcanzan la alzada mínima, por lo que deberíamos ser más exigentes respecto a esta variable, aceptando hembras que estando 2 cm. por debajo del mínimo establecido por el estándar presenten una perfecta armonía, quedando excluidas las que estén por debajo.

 

Tabla 2: Distribución de frecuencias para la alzada a la cruz en 26 hembras de Alano Español

CATEGORÍA (CM)

CASOS (nº ejemplares)

        PORCENTAJE

50-52

6

23,07

52-54

2

7,69

54-56

8

30,77

56-58

6

23,07

58-60

4

15,38

 

 

 

 

 

Estudio de las proporciones:

Según el estándar el diámetro longitudinal debe superar a la alzada a la cruz en un 10%, esto se corresponde con lo hallado en este estudio, el coeficiente de variación encontrado es del 5,23%, lo que nos indica que las hembras son muy homogéneas en la relación Alzada a la cruz/Diámetro longitudinal que se puede expresar como 10/11.

El valor medio encontrado para la relación entre la alzada a la cruz y el perímetro torácico es de 1,28, muy próximo a lo propuesto por el estándar, la relación entre estas dos variables presenta un coeficiente de variación del 5,88%, lo que nos indica la homogeneidad existente en la relación Alzada a la cruz/Perímetro torácico, que se podría expresar como 4/5.

Otra relación que presenta un bajo coeficiente de variación (4,94%) es la existente entre la alzada a la cruz y el diámetro dorso-esternal. La homogeneidad que presentan las hembras en la relación entre estas dos variables,  nos hace sugerir que se incluya en el estándar ya que nos indica claramente como debe ser la profundidad del pecho en relación a la alzada. El valor medio encontrado es de 2,22, que se podría expresar como relación Alzada a la cruz/Diámetro dorso-esternal: 11/5.

En la descripción de la cabeza, el estándar dice que debe ser grande y potente, sin embargo puede ser difícil  valorar si la cabeza es grande o pequeña si no se compara con otra región corporal. En el presente trabajo hemos encontrado que la relación existente entre la longitud de la cabeza y la alzada a la cruz presenta un coeficiente de variación del 5,69%, lo que nos indica que las hembras son bastante homogéneas en la relación entre estas dos variables. En este caso el valor medio encontrado es de 2,64, que se puede expresar como relación Longitud cabeza/Alzada a la cruz: 3/8.

La longitud de la cara, según el estándar,  debe ser equivalente a un 37% de la longitud de la cabeza, aunque acepta un hocico más corto siempre que no sea inferior a un 35% de la longitud de la cabeza. En la tabla 1 se puede comprobar que el coeficiente de variación encontrado para esta variable es del 10,52%, lo que nos indica que las hembras son poco homogéneas respecto a esta región. Sin embargo la relación existente entre estas dos variables coincide con lo exigido por el estándar, ya que el 2,75 hallado en este estudio que se puede expresar como 4/11, corresponde al 36,36% de la longitud de la cabeza y presenta una variabilidad del 6,79%.

Sin embargo, la relación cráneo/cabeza presenta un bajo coeficiente de variación, tan sólo del 3,89%, lo que nos indica que las hembras presentan un elevado grado de homogeneidad para la relación entre estas dos variables. El valor medio encontrado es 1,57 que se puede expresar como relación Cráneo/Cabeza 7/11. Esta relación es muy fiable debido a la baja variabilidad que presenta.

 

MACHOS:

Estudio cuantitativo:

En la tabla 3 podemos observar que los machos presentan una aceptable homogeneidad para la mayoría de las variables estudiadas, aunque menos que las hembras, ya que los coeficientes de variación son por lo general más elevados. En el caso de los machos la  longitud de la cara presenta una variabilidad del 9,77%, algo menor que las hembras aunque sigue siendo elevado para una región tan importante. La anchura de hombros y la anchura de la grupa presentan un elevado coeficiente de variación.

TABLA 3: Estadísticos principales de las diferentes variables obtenidas en 32 machos de Alano Español.

 

VARIABLE

MEDIA

DESVIACIÓN

TÍPICA

COEFICIENTE DE

VARIACIÓN

Alzada a la cruz

60,12

2,51

4.17

Alzada grupa

 

59.17

 

2.81

4.75

Diámetro longitudinal longitudinal

65.48

3.21

4.9

Diámetro dorso-esternal

26.91

1.72

6.39

Diámetro bicostal

19.36

1.63

8.42

Longitud cabeza

22.45

1.16

5.17

Longitud cráneo

14.26

0.78

5.47

Longitud cara

8.19

0.8

9.77

Anchura cabeza

13.78

0.58

4.2

Anchura hombros

16.63

2.04

12.26

Anchura grupa

11.94

1.42

11.89

Longitud grupa

18.03

1.04

5.76

Perímetro torácico

75.65

4.24

5.6

Perímetro caña anterior

13.22

0.75

5.67

Perímetro caña posterior

12.09

0.82

6.78

 

 

Al igual que en las hembras, los machos presentan una línea dorsal recta. En la tabla 3 se puede apreciar que la diferencia entre los valores medios para ambas alzadas es de menos de 1 centímetro. Como en las hembras, el presentar la cruz algo destacada hace que a pesar de tener la grupa ligeramente más baja que la cruz visualmente se observe una línea dorsal recta.

Según el estándar, en los machos la alzada a la cruz ha de estar comprendida entre los 58 y 63 cm.  El valor medio encontrado para esta variable es de 60,12 cm, valor que se encuentra dentro del rango expuesto en el estándar. Si observamos el estudio de distribución de frecuencias (Tabla 4), comprobamos que el 81,24% de los ejemplares objeto de estudio se encuentran dentro de los valores propuestos por el estándar, un 9,37% se encuentran en el límite de tolerancia hacia abajo, el 6,24% no alcanzan la alzada mínima, mucho menor que en el caso de las hembras, y el 3,12% la rebasa. En la tabla 3 podemos apreciar que los machos son más homogéneos  para esta variable cuyo coeficiente de variación es del 4,17%, y al igual que en las hembras, se debe exigir una total armonía a los ejemplares que estén dentro de los márgenes de tolerancia, y no aceptar a los que estén fuera del rango establecido.

 

Tabla 4: Distribución de frecuencias para la alzada a la cruz en 32 machos de Alano Español.

CATEGORÍA(cm)

CASOS(nº ejemplares)

PORCENTAJE

52-54

1

3.12

54-56

1

3.12

56-58

3

9.37

58-60

8

25

60-62

13

40.62

62-64

5

15.62

64-66

0

0.00

66-68

1

3.12

 

Estudio de las proporciones:

Los machos al igual que las hembras son claramente longilíneos, ya que la relación encontrada entre la alzada a la cruz y el diámetro longitudinal presenta un bajo coeficiente de variación, tan sólo del 4,24%. Dicha relación se aproxima bastante a la encontrada en las hembras (10/11), aunque los machos pueden ser ligeramente más cortos.

Al igual que en las hembras la relación Alzada a la cruz/Perímetro torácico es muy fiable ya que presenta una variación de tan sólo el 5,03%. El valor medio encontrado para la relación entre estas dos variables es 1,26, muy similar a lo hallado en las hembras, por lo que la relación Alzada a la cruz/Perímetro torácico (4/5) se puede aplicar en ambos sexos.

En el caso de los machos la relación existente entre la alzada a la cruz y el diámetro dorso-esternal también presenta un bajo coeficiente de variación (5,23%), por lo que se podría decir que los machos al igual que las hembras son bastante homogéneos para dicha relación. El valor medio encontrado es de 2,24, por lo que la relación Alzada a la cruz/Diámetro dorso-esternal 11/5 propuesta para las hembras, también puede ser aplicada en los machos.

En cuanto a la relación entre la longitud de la cabeza y la alzada a la cruz, hemos hallado un coeficiente de variación algo más bajo que en el caso de las hembras (4,3%). El valor medio encontrado para estas dos variables es de 2,68, muy similar a lo hallado en las hembras y al igual que en ellas, la relación Longitud cabeza/Alzada a la cruz (3/8) es de gran fiabilidad.

El coeficiente de variación encontrado para la relación existente entre la longitud de la cara y la longitud de la cabeza es del 6,99%, similar a lo hallado en las hembras y al igual que en ellas, preferimos la relación Cráneo/Cabeza ya que presenta una variabilidad del 3,99%, mucho más fiable que la anterior. El valor medio encontrado es el mismo que para las hembras, por lo que la relación (7/11) al igual que sucediera con las demás relaciones estudiadas es aplicable a ambos sexos.

 

 

Tabla 5: Relaciones más significativas.

Alzada a la cruz/Diámetro longitudinal

10/11

 Alzada a la cruz/Diámetro dorso esternal

11/5

Alzada a la cruz/Perímetro torácico

4/5

Longitud cabeza/ Alzada a la cruz

3/8

Longitud cráneo/Longitud cabeza

7/11

 

Conclusión:

Los resultados obtenidos en el presente estudio indican que el trabajo selectivo que se ha venido realizando en los últimos años ha sido acertado, debido a la escasa variabilidad que presentan la mayoría de las variables estudiadas, tanto en machos como en hembras.

Sin embargo, la longitud de la cara presenta una variabilidad acusada en ambos sexos, esto significa que algunos ejemplares tienen el hocico largo y otros por el contrario demasiado corto, al igual que la anchura de hombros y la anchura de la grupa en los machos, y la anchura y longitud de la grupa en las hembras. Es importante reducir la variabilidad que presentan estas regiones por lo que deberíamos prestar una especial atención a dichas regiones a la hora de planificar los cruces.     

En el caso de las hembras, un elevado porcentaje de las mismas no alcanza la talla mínima exigida por el estándar. Es posible que el alto índice de consanguinidad presente en la raza sea el responsable (3), aunque no podemos asegurarlo. Esto debe ser corregido ya que un ejemplar de 50 cm. es de escaso valor como perro de agarre al carecer de la corpulencia necesaria.

MORFOLOGÍA:                                                                                                              Del estudio morfoestructural hemos obtenido las relaciones más importantes, ver tabla 5. Pero para la correcta valoración de un ejemplar deberemos analizar una serie de características difícilmente cuantificables como los relieves musculares, forma e implantación de los ojos, orejas, tipo de mordida, color de la capa, longitud y textura del pelo, laxitud de la piel etc., dichas características no se pueden medir pero sin ellas no habría tipicidad.

De igual modo hay que prestar una especial atención al temperamento, ya que forma parte de la tipicidad. En el estándar se define con gran claridad.

CABEZA:

Esta es, quizás, una de las regiones más importantes desde el punto de vista de la identidad racial. En la cabeza reside la esencia de la raza. En el estándar se describe como “cabeza en forma de cubo, grande y potente”. Cabe señalar que debe guardar proporción con el resto del cuerpo; ha de ser fuerte pero no tosca o pesada.

Los músculos temporales y maseteros deben estar bien desarrollados sin llegar a la exageración, debido a que el excesivo desarrollo de dicha musculatura tendría como consecuencia una cabeza de aspecto redondeado, lo cual no es deseable.

La piel no debe formar arrugas, excepto las que aparecen entre las orejas cuando el perro está atento, aunque ha de presentar cierta laxitud, no debe ser tensa y muy pegada.


En la figura 2 se pueden apreciar las proporciones y la dirección de los ejes longitudinales que deben ser paralelos o muy ligeramente convergentes, y en ningún caso divergentes lo cual se considera un defecto eliminatorio cuando dicha divergencia es acusada.

El stop muy marcado, la acentuada depresión entre los ojos y la forma e inserción casi frontal de los mismos, son fundamentales para lograr la expresión seria tan característica de la raza.

La coloración del iris más deseada está dentro de la gama de los tonos miel de distinta intensidad, así como los ambarinos y los avellana. Los ojos de estas tonalidades contribuyen a la diferenciación del Alano respecto a otras razas similares, por lo que a igualdad de condiciones debería premiarse a los ejemplares que presenten dicha coloración. Por otra parte, los ojos oscuros no están incluidos entre los defectos descritos en el estándar, por lo que no deben ser penalizados.        

El hocico es corto, no chato, de aspecto cuadrado, puede parecer de igual anchura en toda su extensión, aunque por lo general suele ser ligeramente más estrecho en el extremo. Los belfos no deben ser demasiado carnosos o colgantes, con comisuras labiales poco visibles cuando la boca está cerrada, si se miran de frente deben formar una U invertida.

No son deseables los hocicos largos, en forma de cuña y con belfos tensos, que suelen ir asociados a cabezas ligeras de tipo lupoide, de stop poco marcado ojos rasgados y mordidas en tijera o pinza.

El prognatismo está presente en la mayoría de la población por lo que debe considerarse como la mordida típica en el Alano. Sin embargo, cuando es excesivo puede ocasionar la pérdida prematura de algunas piezas dentarias, además de afectar negativamente a la expresión. Por esta razón la mordida ideal es la tijera invertida, mínima expresión del prognatismo, de igual efectividad que la mordida en tijera tan buscada en otras razas de presa y tan difícil de conseguir, ya que el prognatismo es lo natural en las razas braquicéfalas. Dicho prognatismo no debe ser considerado como un defecto si es leve, debiendo penalizarse a los ejemplares que presenten un claro distanciamiento entre los caninos superiores y los inferiores.

CUERPO:

El Alano Español es un perro de presa especialmente dotado para la carrera, requisito imprescindible para desarrollar correctamente la función de agarre en el monte, Ya que para dar alcance a un jabalí o a una vaca es necesario un perro con capacidad para soportar largas caminatas, y llegado el momento tener aliento suficiente para, tras una carrera más o menos larga, fijar la presa.

Para realizar esta función con la eficacia que le caracteriza, el Alano debe poseer una estructura que le permita moverse con soltura en terrenos accidentados, que le dote de una notable resistencia y cierta velocidad en la carrera. De igual modo es imprescindible que posea la potencia necesaria para hacer frente a su adversario, por lo que debe ser lo suficientemente robusto sin ser pesado, o por el contrario demasiado ligero.

Según el estándar la zona lumbar debe ser “relativamente larga, ancha y de fuerte musculatura”. Esta región es de vital importancia en el Alano ya que de su longitud y correcto desarrollo muscular depende, en gran medida, el rendimiento en la locomoción y posterior efectividad en el agarre. Debido a que esta región debe soportar una gran carga no debe ser demasiado larga, lo cual causaría cierta debilidad de esta zona durante el agarre. Por el contrario, un lomo corto y fuerte es más típico de razas brevilineas, no aptas para la carrera. Por lo anteriormente expuesto creemos que sería más apropiado definir esta región como de longitud media, ancha y de fuerte musculatura. Vista de perfil presenta una ligera convexidad.          

Como perro corredor debe tener un amplio espacio subesternal, si este es reducido puede ser debido a un pecho demasiado profundo, o lo que es peor, a unas extremidades demasiado cortas. Por esta razón creemos necesario que se incluya en el estándar la relación Alzada a la cruz/ Diámetro dorso esternal (tabla 5). Ya que si tomamos como referencia la profundidad del pecho, que debe llegar al codo, dicha relación nos sería de gran utilidad a la hora de valorar la longitud de las extremidades.

Las extremidades anteriores deben ser largas y de una fuerte osamenta cubierta por músculos bien desarrollados. Han de guardar proporción con el resto del cuerpo, por lo que no es deseable que tengan huesos muy pesados o demasiado finos.

Los aplomos, vistos de frente son verticales; de perfil han de ser igualmente verticales excepto en las cuartillas que deben ser largas y bien anguladas, y en ningún caso verticales. Las manos están perfectamente descritas en el estándar.

Las extremidades posteriores al igual que las anteriores, son largas y fuertes aunque presentan huesos ligeramente más finos que estas, están provistas de músculos largos y bien desarrollados sin llegar a ser voluminosos. Los corvejones son altos bien angulados y correctamente aplomados, nunca presentan espolones.

El pelo es corto y tupido, suele ser más denso y algo más largo en la zona dorsal y en la cola. El subpelo es corto y fino pudiendo no estar presente en épocas estivales, ya que debido al calor muchos ejemplares lo pierden durante la muda. Los mantos de pelo raso o muy corto no son deseables.       

La coloración de la capa en el Alano es de una gran riqueza. Todas las tonalidades del leonado están admitidas y en algunos casos presentan pelos negros en el dorso (carbonado) en una proporción muy variable, lo que hace que en ocasiones se pueda confundir con tonalidades grisáceas. Lo mismo sucede con los atigrados, no debemos confundir estas capas de aspecto grisáceo con el gris uniforme denominado azul, ya que dicho color es inexistente en nuestra raza.

Las capas leonadas o atigradas pueden presentar marcas en las extremidades, pecho, cara y encima de los ojos de tonalidad más clara que el resto del cuerpo. Esta característica también puede aparecer en los mantos carbonados anteriormente descritos.

Los atigrados pueden ser, igualmente, de cualquier tonalidad, desde un fondo amarillo escasamente veteado hasta un negro con vetas  amarillas o rojas de cualquier intensidad. Si bien los atigrados excesivamente oscuros son menos frecuentes.

El negro y atigrado presenta cierta similitud con la capa denominada negro y fuego, aunque en el caso del Alano las marcas fuego suelen presentar una tonalidad más clara, desde un amarillo grisáceo a un leonado rojizo con vetas atigradas. Dichas marcas son  por lo general más extensas que en la capa negro y fuego, llegando a cubrir en algunos casos la practica totalidad de las extremidades,  pecho y cara.

El color anteriormente descrito aparece ocasionalmente sin la presencia de atigrado en las marcas amarillas, esta capa es denominada negro y leonado u “orito”, esta última  muy utilizada en el medio rural andaluz para describir dicha coloración en el perro de agua español y en los podencos.  Se hereda de forma recesiva respecto a las demás capas, por lo que puede ser producida por ejemplares de cualquier color. Aunque no está descrita en el estándar no debería ser considerada como una falta.

Todas las capas pueden presentar máscara negra, o carecer de ella.

Se admiten las marcas blancas en las patas, pecho y en la zona ventral del cuello.

 

Diego Bermúdez Aguiar

Presidente de A.N.C.A.E.

 

Bibliografía:

1.Sarazá Ortiz, R. 1963. Canicultura. Razas y explotación del perro. Ed. Salvat, Barcelona.

2.Herrera García, M. 2001. Actualización de los estándares de las razas caninas Españolas

3.Chacartegui Moya, A. y López-Sidro Ibáñez, J.M. 2000. Alano Español, estudio enfocado a su conservación